El molibdeno es un metal de transición. El metal puro es de color blanco plateado y muy duro; además, tiene uno de los puntos de fusión más altos de entre todos los elementos puros. En pequeñas cantidades, se emplea en distintas aleaciones de acero para endurecerlo o hacerlo más resistente a la corrosión . Por otra parte, el molibdeno es el único metal de la segunda serie de transición al que se le ha reconocido su esencialidad desde el punto de vista biológico; se encuentra en algunos enzimas con distintas funciones, concretamente en oxotransferasas (función de transferencia de electrones), como por ejemplo la xantina oxidasa, y en nitrogenasas (función de fijación de nitrógeno molecular).
El precio del molibdeno ha aumentado desde aproximadamente US$2/libra en el año 2000, hasta alrededor de US$30/libra en el 2006.
Aplicaciones
Aproximadamente dos terceras partes del molibdeno consumido se emplean en aleaciones. El uso del molibdeno se remonta a la Primera Guerra Mundial, cuando hubo una fuerte demanda de wolframio, que lo hizo escasear, y se necesitaban aceros muy resistentes. El molibdeno se utiliza pues en aleaciones de alta resistencia y que soporten bien altas temperaturas y la corrosión. Estas aleaciones se usan en la construcción y en piezas de aviones y automóviles.
El molibdeno se usa como catalizador en la industria petrolera, en concreto, es útil para la eliminación de azufre.
El 99Mo se emplea en la industria de isótopos nucleares.
Se emplea en distintos pigmentos (con un color anaranjado), para pinturas, tintes, plásticos y compuestos de caucho.
El disulfuro de molibdeno (MoS2) es un buen lubricante y se puede emplear a altas temperaturas.
El molibdeno se emplea en determinadas aplicaciones electrónicas, como en las capas de metal conductoras en los transistores TFT Thin Film Transistor